Nunca un 0 fue tan necesario.
Hoy he visitado una pequeña explotación avícola que se
dedica a la obtención de huevos y he de decir que nunca veré un huevo de la
misma manera. Con vuestro permiso quiero compartir una reflexión.
Soy estudiante de biología que está en contra del maltrato
animal en cualquiera de sus formas pero que se ve en un dilema moral importante,
querer saber de donde proceden los alimentos que consumo y la necesidad de
consumirlos.
Muchos de vosotros diréis que si estoy en contra del
maltrato animal que la respuesta es clara, hacerme vegetariano o bien vegano,
pero sé que nunca podré porque básicamente el sabor de la carne me encanta, así
como su textura, olor e incluso forma.
Pero hoy ha cambiado algo, animales que son explotados en
jaulas minúsculas, inclinadas para que los huevos caigan para su recolección de
manera más limpia y cómoda posible mientras que las aves comparten unas con
otras jaulas que incluso serían minúsculas para una. También quiero aclarar que
sabía de antemano esta situación y he sido cómplice de este mercado, sabía que
estas aves eran tratadas así, sabía de su situación pero una cosa es saberlo y
otra cosa es verlo como lo he visto tan de cerca.
Algo que todos debemos saber son los códigos que vienen en
los huevos:
Ahora viene el cambio que he decidido hacer en mi vida y mis
hábitos alimenticios, NO CONSUMIR HUEVOS CON EL NÚMERO 3 ni 2. Lo siento pero
me niego a seguir consumiendo este producto de esta manera y creo que es algo
que todos deberíamos reflexionar a la hora de consumir.
Me diréis que es hipócrita decir esto de las aves y no de
los otros animales que viven en las mismas condiciones que ellas en factorías
alimenticias que viven del sufrimiento de los animales, pero entender que en
esta sociedad es muy complicado el cambio total de un día para otro pero me
comprometo a ir cambiando poco a poco todo este sin sentido que hace que pierda
coherencia y sentido.
Darle una oportunidad al 0 y al 1.